En una semana para el olvido, Boca cosechó esta noche un nuevo traspié, luego de perder el Superclásico, tras caer de manera sorpresiva por 1 a 0 frente a Gimnasia y Esgrima (La Plata), al cabo de un discreto encuentro disputado en el estadio "Mario Alberto Kempes" de Córdoba, por los octavos de final de la Copa Argentina.
El venezolano Jan Carlos Hurtado, a los 44 minutos del complemento, le dio la victoria a la formación de Pedro Troglio, que se alzó con la nada despreciable suma de 1.310.000 pesos por pasar de ronda.
En cuartos de final Gimnasia enfrentará a Central Córdoba de Santiago del Estero, que viene de eliminar a Brown de Adrogué en el duelo de equipos de Primera B Nacional. Como acusando la reciente derrota ante River en el clásico y pese a disponer de la formación titular, los noventa minutos de Boca estuvieron a tono con sus últimas presentaciones.
Encima, cuando se jugaban 12 minutos del encuentro se fue lesionado el delantero Darío Benedetto, que en principio sufrió una contractura en el posterior izquierdo. A todo esto un mejorado Gimnasia, formación que de la mano de Pedro Troglio parece haber encontrado una línea ascendente, le jugó de igual a igual desde el mismo inicio del cotejo y por momentos dominó ligeramente a su adversario.
Apenas el habitual despliegue del colombiano Barrios no alcanzó a disimular una más que fallida performance general, de manera especial a nivel ofensivo debido a que el "Tripero" no se extralimitó a la hora de atacar en todo el desarrollo.
Ausente Edwin Cardona en la creación, sin meterse en el partido el fastidioso Mauro Zárate en una posición que claramente no lo favorece y sin la explosión habitual de Cristian Pavón, Boca sufrió la temprana deserción de Benedetto por lesión perdiendo peso específico en el área a lo que se sumó el inadvertido aporte del otoñal Carlos Tevez, quien al reemplazarlo no hizo más que dejar en marcada evidencia que se halla en el crepúsculo de su dilatada trayectoria.
Ante el citado escenario, el elenco "mens-sana" comenzó a animarse y promediando la primera etapa le tomó la mano al trámite a partir de la habitual ubicuidad de Fabián Rinaudo y con el utilitarismo del resto.
En el complemento no se advirtió ninguna mejoría en el conjunto de la Ribera, a lo que se sumó cierto conformismo de la formación platense al agotarse parte de la reserva aeróbica que le insumió la presión constante de la etapa inicial.
Cuando el partido parecía tener que definirse desde el punto del penal, una veloz corrida del criterioso Matías Melluso por izquierda desembocó en un centro que pudo conectar de manera poco ortodoxa Hurtado, a quien el balón le pegó en la mano antes de ingresar, circunstancia pasada por alto por el árbitro Pablo Echavarría al entender que el juvenil de 18 años no tuvo otra intención que definir con alguna de sus extremidades inferiores.
El gesto adusto del "mellizo" al término del match no hace más que dejar al descubierto un total disconformismo de su parte a una paupérrima actuación de su equipo que lejos de reivindicarse de la derrota del fin de semana pasado sembró de dudas el futuro inmediato que lo encontrará jugando el domingo ante Colón por el torneo local y el jueves 4 la revancha con Cruzeiro en Brasil por la Copa Libertadores.
Un Gimnasia que claramente ha reseteado su estrategia desde la asunción del nuevo cuerpo técnico, le ganó por ser más efectivo y por tomar mucho más en serio el compromiso de esta noche.