El pronunciamiento se conoció poco después de que su defensa presentara un escrito para modificar el régimen de visitas impuesto por la Justicia. “Solamente con este Partido Judicial... en la Argentina hay que explicar lo obvio”, expresó la exmandataria, dando a entender que su situación responde a motivaciones ajenas al plano legal.
Actualmente, cumple arresto domiciliario en su residencia de la calle San José, en el barrio de Constitución. Como parte de las condiciones impuestas por el tribunal, debe permanecer en el domicilio, evitar disturbios en la zona y presentar una nómina de personas habilitadas a visitarla.
Según sostuvo, el "Partido Judicial" se trata de una estructura que busca intervenir políticamente para condicionar su accionar y limitar la representación popular.
Fernández de Kirchner volvió a vincular su situación judicial con una estrategia destinada a desplazarla del escenario político. Tras la reciente confirmación de su condena en la causa Vialidad, insistió en que su inhabilitación para ejercer cargos públicos forma parte de un entramado más amplio, que incluye su imposibilidad de continuar al frente del Partido Justicialista.
Desde su perspectiva, el avance judicial en su contra responde a los intereses de sectores del poder económico concentrado, que buscan influir en el equilibrio político a través de decisiones judiciales. En ese marco, la exjefa de Estado señaló que el proceso en su contra es una forma de persecución encubierta bajo apariencia institucional.
Ese listado deberá entregarse este lunes e incluirá a familiares, abogados y personal médico, quienes podrán ingresar sin autorización adicional. En cambio, cualquier otra visita deberá gestionar un permiso ante el tribunal. La expresidenta criticó públicamente este esquema, al considerar que no se aplica con los mismos criterios en otros casos similares y representa un trato diferencial con connotaciones políticas.