Quim Torra, diputado regional y editor de libros de extremas posiciones antiespañolas, fue elegido presidente de Cataluña tras convencer a los grupos más radicalizados del Parlamento.
Ferviente nacionalista, este abogado de empresas de 55 años fue seleccionado por el fugitivo ex presidente Carles Puigdemont para crear un nuevo Estado y romper la unidad de España. Durante el debate de investidura Torra dejó clara su lealtad a Puigdemont, quien reside en Alemania, donde resiste un pedido de extradición. "Nuestro presidente es Carles Puigdemont y seremos fieles al mandato de octubre: construir un Estado independiente en forma de república", dijo Torra.
Este editor de 55 años, miembro del ala dura del independentismo catalán y diputado, consiguió ser escogido por 66 votos a 65 y 4 abstenciones de la facción más radical del separatismo, la CUP. "Haremos república catalana. Viva Cataluña libre", proclamó.
Su primer acto será viajar hoy a Berlín a visitar a "el presidente legítimo en el exilio", es decir, Puigdemont, quien siguió en directo la investidura de su delfín. Después Torra deberá jurar el cargo y formar gobierno, requisito para que se levante la intervención decretada por España tras la fallida declaración de independencia del 27 de octubre. El gobierno de Mariano Rajoy cesó entonces a Puigdemont y su Ejecutivo, disolvió el Parlamento regional y convocó nuevas elecciones en diciembre, en las que los independentistas retuvieron la mayoría absoluta. Estas medidas inéditas podrían ser aplicadas nuevamente si se saltan nuevamente la ley, advirtió Rajoy. "Vamos a apostar por el entendimiento y por la concordia pero de la misma manera que digo esto, garantizo que la ley y la Constitución española se van a cumplir", advirtió. Torra tiene opiniones racistas. Ha dicho que los españoles "solamente saben saquear" y "han eliminado la palabra 'vergüenza' de su diccionario". Un vocabulario que se asemeja al del Frente Nacional francés y la Liga italiana. Será difícil que el resto de España acepte a un líder catalán de este perfil.
Fuente: La Capital