Bajo el lema "servicio públicos para todos", los nueve sindicatos de los empleados públicos franceses organizaron este martes una huelga contra los planes de ajustes en el Estado del presidente francés Emmanuel Macron, la tercera desde su asunción, en mayo de 2017.
Pese a este raro gesto de unidad sindical, el primero en 10 años, la movilización no fue la esperada por los organizadores, con un total de 139.000 manifestantes en toda Francia, según anunció el Ministerio del Interior, frente a los 323.000 participantes del último paro del 22 de marzo. En París, la convocatoria reunió a unos 15.000 participantes, según la policía, y 16.400, según una consultora independiente citada por el vespertino Le Monde.
La jornada de paro fue convocada para protestar contra los planes del Ejecutivo de suprimir 120.000 puestos de funcionarios antes de 2022 y utilizar más los contratos de derecho privado en el sector público.