La Casa Blanca es optimista de poder alcanzar la paz, aunque el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, sigue siendo escéptico acerca de que Putin esté haciendo mucho más que ofrecer palabras vacías a Trump mientras las tropas del Kremlin siguen bombardeando su país.
Este compromiso es el último giro en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que han cambiado drásticamente ya que Trump ha hecho de la rápida finalización del conflicto una de sus principales prioridades, incluso a expensas de tensar los lazos con aliados estadounidenses de larga data que quieren que Putin pague un precio por la invasión.
“Es una mala situación en Rusia y es una mala situación en Ucrania”, dijo Trump a reporteros el lunes. “Lo que está sucediendo en Ucrania no es bueno, pero vamos a ver si podemos trabajar en un acuerdo de paz, un alto el fuego y la paz. Y creo que podremos hacerlo”.
Reuniones previas
Antes de la llamada telefónica entre ambos mandatarios, el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, se reunió la semana pasada con Putin en Moscú para discutir la propuesta.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, había persuadido a altos funcionarios ucranianos para que aceptaran el marco del alto el fuego durante conversaciones en Arabia Saudí.
El presidente de Estados Unidos dijo que Washington y Moscú ya han comenzado a discutir “la división de ciertos activos” entre Ucrania y Rusia como parte de un acuerdo para poner fin al conflicto.
Trump, que durante su campaña prometió acabar rápidamente con la guerra, ha presumido en ocasiones de su relación con Putin y ha culpado a Ucrania por la invasión no provocada de su vecino, todo mientras acusa a Zelenskyy de prolongar innecesariamente la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La central de Zaoriyia
Trump ha dicho que el intercambio de territorios y plantas de energía serán parte de la conversación con Putin. Witkoff y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, sugirieron que funcionarios estadounidenses y rusos han discutido el futuro de la central de Zaporiyia, en el sur de Ucrania.
La central está atrapada en el fuego cruzado desde que Moscú envió tropas a Ucrania en febrero de 2022 y tomó el control de la instalación poco después. El Organismo Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas ha expresado repetidamente su alarma sobre la planta nuclear, la más grande de Europa, alimentando el temor a una posible catástrofe nuclear.
La planta de energía nuclear es un activo significativo y antes del inicio de la guerra producía una cuarta parte de la electricidad de Ucrania.
Más dudas que certezas
“Nunca hemos estado más cerca de un acuerdo de paz de lo que estamos en este momento. Y el presidente, como saben, está decidido a lograrlo”, dijo Leavitt.
Pero Bradley Bowman, director del Centro de Poder Militar y Político en la Fundación para la Defensa de las Democracias, puso en duda que Putin esté listo para poner fin a la guerra o si esperará concesiones adicionales a medida que Trump se impacienta.
Después de una desastrosa reunión en la Casa Blanca el 28 de febrero con Zelenskyy, Trump cortó temporalmente parte del intercambio de inteligencia militar y la ayuda a Ucrania. Se restauró después de que los ucranianos aprobaron la semana pasada la propuesta de alto el fuego de 30 días de la Casa Blanca.
“Estados Unidos ha estado ofreciendo constantemente concesiones preventivas de algún tipo que han debilitado la posición negociadora estadounidense y ucraniana”, apuntó Bowman.
“Creo que hay un verdadero peligro aquí de que el enfoque de la administración se reduzca a dar palos a Ucrania y zanahorias a Putin”.
En su habitual discurso nocturno, Zelenskyy dejó claro el lunes que sigue dudando de que Putin esté listo para la paz.
Ahora, casi una semana después, está claro para todos en el mundo —incluso para aquellos que se negaron a reconocer la verdad durante los últimos tres años— que es Putin quien continúa alargando esta guerra”, afirmó. (Associated Press)