Boca ganó. Y a lo Boca. Sobre el final. Y dejando el alma cuando las puertas del final del encuentro se estaban cerrando. Pero apareció el goleador que tanto necesita el xeneize como el Pipa Benedetto, quien en dos apariciones liquidó el pleito. Primero facturó a los 81' mediante un cabezazo impresionante. Luego metió un misil tierra-aire para sellar la primera serie e ir a Brasil sabiendo que depende más que nunca de sí mismo para meterse en la final de la Copa Libertadores.
Las primera parte no tuvo ese frenesí que muchos pensaban. Era como que los jugaban a especular. Ninguno quería dar un paso en falso. Ambos especularon, a su manera, hasta que llegó el momento de ir al descanso en una Bombonera que clamaba un triunfo del dueño de casa como sea.
El certamen continental de mayor importancia no les da tregua a los tibios. En instancias tan decisivas como la actual, el que se equivoca puede terminar quedando sin nada al final de la llave. Por eso ambos mostraron un limitado repertorio en casi todo el primer acto.
Claro que en el amanecer del complemento Boca tuvo un flash de protagonismo. Pero le duró como un hielo al sol. Quizá el hecho de no poder hacer pie, sumado a la desesperación que implicaba el paso de los minutos, fueron atentando contra la voluntad xeneize. Mientras que los paulistas se mostraban en otra sintonía. Estaban haciendo su negocio. Querían volverse con algo hacia San Pablo para encarar el desquite con otro semblante.
Claro que antes que Dudú metiera un remate que pasó cerca del palo izquierdo de Agustín Rossi se vio un cruce verbal entre Felipe Melo y Pablo Pérez. También una lluvia de insultos a Gustavo Gómez, quien antes de sumarse a Palmeiras había hecho la revisión en Boca.
El tiempo se fue consumiendo. Y lo más saliente se vivió en la etapa final. Primero fue un tiro libre de Olaza que hizo lucir a los 81' Weverton. Pero luego llegó el éxtasis. Benedetto entró y decretó el 1 a 0 mediante un cabezazo impresionante a los 83'. Y cinco minutos después cerró clavó el 2 a 0 con un bombazo para ir a Brasil con medio pasaje en la final en el bolsillo.