En los últimos días, científicos santafesinos vienen recomendando a las personas no tomar contacto con las aguas de la laguna Setúbal por la aparición creciente de cianobacterias, otro de los inconvenientes que trae aparejada la histórica bajante del río Paraná y las altas temperaturas.
Al respecto, el doctor de Ciencias Biológicas e integrante del Instituto Nacional de Limnología del Conicet, Diego Frau, explicó por qué se debe evitar el contacto con el agua. "Desde la semana pasada empezó el tema de la floración de cianobacterias en diferentes puntos de la provincia y en la ciudad de Santa Fe".
"Las cianobacterias son un grupo que al igual de las plantas pueden hacer fotosíntesis, por eso son verdes. Pero en condiciones ambientales particulares, como las altas temperaturas, con agua estancada, y con una concentraciones de nutrientes suficientemente altas en el agua hace que estos microorganismos se disparen", expresó el especialista.
Es ahí cuando comienza a haber una densidad exacerbada de estos organismos "que a veces pueden producir toxinas y estas pueden ser problemáticas para la salud humana y animal".
En este sentido, Frau sostuvo que "hay diferentes formas de contacto: una es a través de la piel cuando uno se mete en la laguna donde está ocurriendo una floración corre el riesgo de que se produzca lesiones en la piel, como dermatitis. Alcanza con meter la mano".
"No es frecuente que esto ocurra, ahora el fenómeno está exacerbado por La Niña, bajaron la cantidad de precipitaciones en la zona, lo que hace que el río y los sistemas acuáticos vinculados disminuyeran de caudal. Junto con las temperaturas elevadas y los nutrientes favorecen a estas bacterias", agregó.
Debido a esto es que los científicos desalientan la inmersión en la laguna y también la realización de los deportes acuáticos.
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