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En el contexto económico actual de Argentina, las cifras de pobreza e indigencia experimentaron una significativa caída, según lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, especialistas como Leopoldo Tornarolli, economista de la Universidad Nacional de La Plata, advierten que esta mejora podría ser transitoria y está vinculada a la estabilización de la inflación.
En exclusivo por la Nueva Nueve, Tornarolli analizó las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei y destacó que aunque la baja de la pobreza es un resultado positivo, aún queda mucho por hacer para lograr una reducción sostenida.
Tornarolli aseguró que la reducción de la pobreza e indigencia en Argentina está directamente vinculada a la baja de la inflación, especialmente en los bienes y servicios esenciales. Según el economista, "la baja de la pobreza y la indigencia se explica completamente por la baja de la inflación, y en particular por la inflación de bienes y servicios esenciales, que subió menos que la inflación general". En este sentido, subrayó que el proceso de estabilización económica posterior a la devaluación de finales de 2023 tuvo un impacto directo en estos índices, "una vez realizada la devaluación de finales de 2023 y el salto en la inflación, la baja posterior tiene que ver con las medidas del gobierno. Es algo bastante esperable que bajara la pobreza una vez que la economía se estabilizara" afirmó.
Sin embargo, el economista advirtió que esta caída en los índices de pobreza es coyuntural, ya que podría revertirse si la economía vuelve a entrar en una espiral de inestabilidad, "es una situación coyuntural asociada a la estabilidad que te dije, que se podría revertir si la economía entra otra vez en una espiral de inestabilidad".
Aunque el gobierno celebra la caída de la pobreza, Tornarolli remarcó que esto no significa que Argentina haya superado sus problemas estructurales de fondo. Según él, la estabilización económica es un primer paso necesario, pero no suficiente. Para lograr una reducción sostenida de la pobreza, el país necesita retomar el camino del crecimiento económico, "Argentina necesita volver a crecer, a generar empleo de calidad en el sector privado, sobre todo, y recién ahí podríamos decir que estamos en un proceso sostenido de reducción de pobreza" explicó.
En cuanto a la metodología utilizada para medir la pobreza en el país, el especialista plateó sus dudas sobre su fiabilidad en un contexto inflacionario tan extremo como el de Argentina, "el método está diseñado para economías más bien normales, donde la inflación no sube y baja tanto como ocurre en Argentina. En ese contexto, el método no funciona del todo bien. Cuando la inflación sube mucho, exagera la suba; cuando baja mucho, exagera la baja" indicó.
Además, resaltó que algunos aspectos técnicos del análisis, como la mejora en la captación de ingresos, podrían estar influyendo en la caída reportada de la pobreza, lo que hace que las comparaciones con 2023 no sean del todo exactas.
Uno de los aspectos más relevantes que evidenció el economista es el cambio en los hábitos de consumo de los hogares argentinos, producto del ajuste en los precios relativos. Con el aumento de los precios de los servicios, como electricidad y transporte, los hogares tuvieron que modificar sus patrones de gasto y destinar una mayor parte de sus ingresos a satisfacer servicios esenciales, "hubo un cambio muy importante en lo que a los economistas les decimos los precios relativos. Esto quiere decir que si bien subió todo, hubo cosas que subieron más que otras. En el corto plazo, no se puede ajustar el consumo de los servicios".
Consultado sobre las perspectivas de inflación y pobreza para el futuro cercano, Tornarolli consideró que la reducción de la pobreza será limitada, "la pobreza ya está en un nivel más bajo, pero aún muy alto comparado con otros países. La ganancia en términos de reducción de pobreza, de reducir la inflación, es probable que ya no sea muy grande en adelante" aseguró.
Para finalizar, remarcó que si Argentina desea seguir reduciendo la pobreza en 2025, el crecimiento económico será más determinante que la disminución de la inflación, "si Argentina quiere seguir reduciendo la pobreza, el gobierno va a depender más del crecimiento económico que de la reducción de la inflación" concluyó.
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