El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó ayer, al cumplirse 61 años del golpe militar de 1964, la importancia de defender la democracia frente a las "amenazas autoritarias que aún insisten en sobrevivir".

Según el mandatario, el campo democrático necesita permanecer unido frente a las amenazas a los derechos humanos y a la soberanía del pueblo brasileño.

"Hoy es un día para recordar la importancia de la democracia, de los derechos humanos y de la soberanía del pueblo para elegir a sus dirigentes en las urnas y forjar su futuro", así como para "permanecer fuertes y unidos en su defensa contra las amenazas autoritarias que, desgraciadamente, aún insisten en sobrevivir", afirmó.

La democracia, dijo el mandatario brasileño, es el principal camino para el desarrollo inclusivo y menos desigual en el país.

"No hay, fuera de la democracia, caminos para que Brasil sea un país más justo y menos desigual. No hay verdadero desarrollo inclusivo sin que la voz del pueblo sea escuchada y respetada. No hay justicia sin la garantía de que las instituciones sean sólidas, armoniosas e independientes", agregó.

Lula da Silva destacó la lucha de los brasileños contra el régimen militar y el papel de la Constitución de 1988 en la consolidación de la democracia.

"Nuestro pueblo, con mucha lucha, superó los periodos oscuros de su historia. Durante 40 años, hemos vivido en un régimen de democracia y libertades, que se hizo aún más fuerte y vivo con la Constitución federal de 1988. Es un camino que estoy seguro seguiremos recorriendo, sin retroceder nunca", agregó. (Xinhua)