La crisis económica generada por la inflación, empujada por la fuerte devaluación, llevó a los gremios a exigir una suerte de paritaria "permanente" en su intento de que los salarios se aproximen al aumento del costo de vida. Exigen subas de hasta el 40%, proyección inflacionaria que prevén consultoras privadas de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central.
En paralelo se estima que el poder de compra caerá 6% durante el año y que esta perspectiva seguirá en el 2019, según un informe de la consultora privada. De acuerdo a sus estimaciones el salario real formal se ubicaría un 9% por debajo de las elecciones de 2015, por la fuerte incidencia que tuvo este año la disparada del dólar.
Entre los gremios que revisarán sus acuerdos se encuentran los tres del sector ferroviario, que negociarán mejoras tras al aumento de 15% sellado de enero a agosto ya que el pacto incluía una cláusula "monitoreo" para este mes. Reclamarían un adicional por dos o tres meses y volverían a debatir mejoras en noviembre. Esta sería la estrategia que imitarían otros gremios de peso como UTA, Smata y Luz y Fuerza.
En el caso de los estatales uno de los conflictos más duros es el de los docentes bonaerenses, que reclaman una suba de 40% y que esta semana harán un paro de 48 horas. La última propuesta que les hizo el gobierno bonaerense fue de una suba de 20,7%, lejos de lo que exigen los gremios.
En la vereda de enfrente uno de los pocos acuerdos que superarán la inflación será el de los pilotos de Aerolínas Argentinas, que acordó una suba del 15% con pagos extras y cláusula gatillo. Así, los empleados del sector tiene una recomposición automática en sus salarios sin necesidad de tener que negociar. "La cláusula gatillo es lo único que nos da previsibilidad y vamos a pedir que continúe", dijo Pablo Biró, jefe de Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).