El goleador del Mundial 1978, Mario Alberto Kempes, se refirió al torneo ganado por Argentina "como el comienzo de una etapa inigualable para nuestra selección". En diálogo con la Tercera de Deporte 9 recordó a los 41 años del logro y aseguró que "llegamos a campeones porque formamos un equipo con hambre de gloria".

El Matador destacó la importancia de haber tenido un técnico como César Luis Menotti, que ·impuso una línea organizada de trabajo y el aporte de muchos jugadores del interior que le dieron una tónica diferente al grupo".

Reconoció que la primera parte del torneo no fue positiva en lo personal porque según su enfática expresión "estaba salado para el gol". Aludió que en Rosario se reencontró con su estilo y con su juego y produjo lo mejor para el equipo. "La cercanía de la gente en la cancha de Central fue influyente para todos y si bien no estábamos más arropados (sic) sentíamos al público mucho más que en el estadio de River", reconoció el Matador.

Dijo que contra Polonia hizo todo: "Logré los dos goles e hice el penal con la mano porque no me quedaba otra para que Fillol luego se luzca", expresó con picardía el goleador. Reveló que luego contra Brasil " jugué el peor partido de mi vida" y con respecto al polémico encuentro con Perú manifestó que "tres meses antes le habíamos ganado 3 a 0, así que no debió sorprender la goleada" y agregó " además en el primer tiempo la habíamos pasado mal". Argentina debía ganar por diferencia de cuatro goles para llegar a la final y lo hizo por un contundente 6 a 0, lo que despertó la suspicacia de muchos.

Reveló que con quién más afinidad tenía en el plantel era con Osvaldo Ardiles, con el que comenzó a jugar en inferiores de Instituto de Córdoba, pero reconoció que se llevaba bien con todos porque el grupo era muy unido.

Sobre el encuentro final con Holanda dijo que Menotti dió la charla previa más corta de todo el mundial. "No alcanzo a fumar un cigarrillo", expresó socarronamente Kempes, aludiendo a la fuerte adicción que tenía el técnico.

Sobre el momento que vivía nuestro país, con una feroz dictadura en el gobierno, el delantero manifestó que "no sabíamos de las torturas y los desaparecidos", y que "al mundial lo ganamos porque teníamos al mejor equipo. Lo demostramos frente a Holanda y no quedaron dudas".