El oficialismo trabaja para anunciar en las próximas semanas un cambio que afectará a las y los conductores de vehículos del país: el no vencimiento de las licencias de conducir. 

El proyecto, impulsado por el bloque del PRO, busca desburocratizar y digitalizar el proceso sin la necesidad de realizar exámenes psicofísicos en los centros municipales, quienes son los encargados de otorgar las licencias. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger adelantó que es posible.

El día miércoles, LT9 se comunicó con el presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons quien advirtió que la medida que intenta implementar el gobierno libertario es, "desde el punto de vista de la seguridad vial, la antítesis de lo que deberíamos hacer". 

La madrugada del 1° de mayo de 2002,  Eduardo Sukiassian de 20 años (en ese momento) embistió a Kevin Sedano de 14 años. El adolescente quedó con un cuadro de salud reservado, hasta que una semana después, el 8 de mayo de 2002, falleció. 

El asesino de Kevin pasó apenas 74 días en el penal de Ituzaingó, luego ocho meses en prisión domiciliaria (del 28 de mayo del 2007 al 30 de noviembre) y como su sentencia no quedó firme, la Justicia decidió darle la libertad condicional. Al día de hoy Sukiassian sigue libre y conduciendo. 

Vivian Perrone, presidenta de la Asociación Internacional de Víctimas de Tránsito, miembro fundadora de "Madres del Dolor" -en 2004- y mamá de Kevin, dialogó en exclusivo con LT9 sobre esta iniciativa que vulnera las historias de las familias que aún conviven con las consecuencias de estos hechos trágicos, "la verdad nos llamó muchísimo la atención, porque en Argentina tenemos altas cifras de mortalidad vial o de lesionados viales" compartió como primera reacción Perrone. 

Con el objetivo de visibilizar la complejidad de este tema y la ausencia condenas firmes, Perrone contó: "La semana pasada estuve en una audiencia donde una persona, hace un año yendo a 145 kilómetros por hora en la avenida Independencia en ciudad de Buenos Aires, sin respetar a los semáforos choca con otro auto mata a quien conducía y deja grave a su acompañante, tuvo una condena de cinco años y media y una inhabilitación de 10 años para conducir", sin embargo no cumplió su condena, "al año salió y lo volvieron a encontrar conduciendo sin registro, pasando semáforos en rojo y conduciendo en estado de ebriedad".

Frente a este ejemplo, que lamentablemente se replica de manera cotidiana, Vivían explicó que es necesario "en lugar de facilitar el poder obtener un registro para conducir, habría que pensar por qué el tiempo máximo que se puede quitar un registro en la Argentina es de 10 años, cuando hay gente que no debería tener un registro nunca más en su vida".

Consultada sobre si el organismo fue convocado para explicar su posición ante el gobierno, la referente indicó que "no convocaron a nadie", y en este sentido, sostuvo que puede entender que el oficialismo "no tenga ganas de convocar a las ONGs", pero consideró fundamental "convocar amédicos, especialistas e integrantes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial".

Asimismo, denunció el adjetivo que utilizó el oficialismo para intentar implementar esta iniciativa, "decir que es una medida cool, cuando sabemos que perder a un ser querido en un hecho así no tiene nada de cool ni nada de divertido". 

Por otra parte, retomando la comparación que se hace con sistemas de otros países como por ejemplo Inglaterra, Perrone explicó que en estos lugares si no cumplís con la ley ideal, es decir, si circulas por encima de la velocidad permitida, tenes en sangre más porcentaje del alcohol tolerable o no respetas los semáforos -entre tantas otras acciones- sin necesidad de producir un siniestro vial, tenés que cumplir con una condena penal, mientras que Argentina no, "en la Argentina es una contravención, pagás una multa y ya está".

Finalmente, en lo que refiere a la naturalización de las estadísticas y la minimización de la posibilidad de ser parte de un siniestro vial, Vivían avaló esta falta de concientización y señaló que "en estos años estuve viendo que el ser humano tiene esto de pensar, a mí no me va a pasar, yo lo puedo hacer, yo puedo manejar y utilizar el celular, puedo manejar con una mano, yo puedo tomar alcohol total voy despacito o voy por esta calle donde no va nadie" todas estas excusas, no coinciden con la muertes que se registran cotidianamente en Argentina, donde "todos los días mueren entre 12 y 20 personas por hechos que se pueden evitar, por hechos que se pueden prevenir" concluyó.

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